El techo corredizo o techo solar es un extra muy valorado por los conductores porque aporta luminosidad, confort y estilo al coche. Sin embargo, requiere un mantenimiento periódico para evitar averías costosas como filtraciones de agua, atascos en las guías o ruidos molestos al circular.
En este artículo de DRS Car Selection te explicamos cómo hacer el mantenimiento correcto de un techo corredizo para mantenerlo en perfecto estado durante años.

El primer paso es la limpieza de las guías del techo solar. Con el uso diario, las guías acumulan polvo, grasa vieja, hojas y restos de suciedad que provocan que el mecanismo funcione con dificultad o produzca ruidos al abrir y cerrar. La mejor forma de mantenerlas limpias es utilizar un paño de microfibra y aire comprimido para retirar la suciedad sin dañar el sistema. Realizar esta limpieza al menos una vez cada tres meses evita atascos y desgastes prematuros.
El segundo punto clave es la lubricación del mecanismo. El sistema de apertura necesita estar bien lubricado para garantizar un movimiento suave y silencioso. Nunca debes usar grasas convencionales porque atrapan polvo y aceleran el desgaste. Lo ideal es aplicar un lubricante de silicona o teflón en spray, siempre en pequeñas cantidades y directamente sobre las guías después de limpiarlas. Este paso reduce la fricción, evita ruidos y alarga la vida útil del motor eléctrico del techo.
Otro aspecto fundamental es la revisión de los desagües del techo solar. Estos coches incorporan unos canales de drenaje que evacúan el agua de lluvia hacia el exterior. Cuando se obstruyen con hojas, polvo o barro, el agua puede filtrarse dentro del habitáculo, mojando tapicería, alfombrillas e incluso dañando módulos electrónicos. Para mantenerlos en buen estado, conviene revisarlos cada seis meses y utilizar aire comprimido o un alambre flexible para asegurarse de que están libres. Este sencillo gesto puede ahorrarte reparaciones muy costosas por filtraciones.
Además, hay que cuidar las juntas de goma que sellan el techo corredizo, ya que son fundamentales para evitar filtraciones y ruidos de viento. Con el tiempo, el sol, el calor y el frío provocan que estas gomas se resequen y agrieten. La recomendación es limpiarlas regularmente con agua y jabón neutro, y aplicar un protector específico de gomas (glicerina o silicona líquida) para mantener su flexibilidad y prolongar su vida útil.
Algunos consejos extra para el mantenimiento del techo corredizo son abrir y cerrar el techo al menos una vez al mes para evitar agarrotamientos, no utilizarlo si hay hielo o nieve acumulada, y prestar atención a ruidos extraños al moverlo. Si los escuchas, nunca fuerces el motor: revisa antes la lubricación y la limpieza. También es recomendable que en las revisiones periódicas del coche pidas al taller que comprueben el estado del techo solar.
En conclusión, el mantenimiento del techo corredizo en coches es sencillo y puede alargar la vida de este componente durante muchos años. Con unos pasos básicos como limpiar las guías, lubricar el mecanismo, revisar los desagües y cuidar las juntas de goma, podrás evitar filtraciones, atascos y averías que suelen ser caras de reparar.